Badland Hunters (cazadores en tierra inhóspita) es la más reciente película coreana de Netflix. Es una cruda película de acción postapocalíptica (son grandes expertos en esta temática, protagonizada por una de las mayores estrellas coreanas, Don Lee (Train to Busan).
Lo que no deja claro es, si se trata de una secuela de una de las películas más taquilleras y aclamadas por la crítica en 2023, Concrete Utopia, que comienza de la misma manera, con un terremoto que arrasa Seúl, quedando un único edificio en pie. En ésta, la acción ocurre tras el terremoto, mientras que Badland Hunters se desarrolla 3 años después del mismo.
Sinopsis de cazadores en tierra inhóspita
De nuevo, Seúl están ruinas y los supervivientes luchan por soportar una sequía y la escases de alimentos, en un mundo en el que volvemos a ver los peor del ser humano.
El complejo de apartamentos que ha quedado en pie se ha fortificado para que no entren forasteros. Allí abunda el agua y la comida, pero está dirigido por una secta muy turbia alrededor de un científico aún más oscuro (y loco), el Dr. Yang Gi-su (Lee Hee-joon).
En tierra inhóspita
Don Lee interpreta a Nam-san, un cazador que consigue carne para intercambiarla por otros productos en un pueblo improvisado en lo que fue el distrito de los autobuses.
Le acompañan Choi Ji-wan (Lee Jun-young), que es su compañero cazador y Ji-wan, que es arquera (Corea del Sur destaca en las olimpiadas de tiro con arco, y es una disciplina muy útil contra zombies y monstruos).
En las tierras desérticas, los dos cazadores tratan de rescatar a una adolescente llamada Su-na (Roh Jeong-eui) que es secuestrada por los seguidores del Dr. Yang.
Pronto se unirá en su búsqueda Lee Eun-ho (An Ji-hye), una sargento de las fuerzas especiales que espera rescatar a sus compañeros del ejército, cautivos bajo la influencia del Dr. Yang y su secta.
El clásico científico loco
El Dr. Yang, con una bata de laboratorio manchada de sangre, no duda en inyectar sus experimentos a cualquier pobre víctima que se cruce en su camino, además es de poca paciencia y se quita rápido de en medio a quien le lleve la contraría.
Aunque podría dar pena, porque se trastornó a raíz de una tragedia personal, no ha sabido canalizar la rabia y se ha convertido en un auténtico psicópata, rodeado por sus acólitos.
El resultado de estos experimentos, suele ser una muerte dolorosa o la transformación en una especie de zombies a los que no se puede matar si no se les decapita. Son agresivos, pero no son los típicos zombies que muerden a todo el que se les cruza por su camino, tienen bastante razonamiento.
El personaje del científico loco, es muy típico de doramas coreanos: en el monstruo de la vieja Seúl hay más de uno, cualquier serie de zombies tiene el suyo.
Acción y más acción
En esta película, todo gira en torno a la acción. Se nota el gran esfuerzo en las coreografías de las peleas, que están a un gran nivel. La acción es muy intensa y rápida, y los protagonistas protagonizan combates sangrientos.
Además de la acción, los personajes son divertidos, la interpretación es magnífica y la realización es muy buena. Puede que el guion no sea el mejor, pero tampoco tiene pretensiones más allá de ser una película de acción, que compensa las posibles carencias de la historia.
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